La línea ferroviaria entre Nepal y China, que busca abrir a Pekín la puerta grande del mercado del sur de Asia a través de Katmandú, es uno de los proyectos más ambiciosos y difíciles entre ambos países.Su concreción dará en las próximas semanas un paso adelante gracias al impulso del gigante asiático, que ha decidido financiar el estudio de factibilidad del desarrollo, visto por los críticos como un compromiso geopolítico de China y Nepal.
El plan para el ferrocarril Trans-Himalayan Kathmandu-Kerung, con un costo estimado de 2.500 millones de dólares, partirá desde la Meseta Tibetana pasando por varios de los lugares más altos del mundo.
El proyecto es considerado uno de los más desafiantes en términos de ingeniería debido a las dificultades topográficas que conlleva la zona del Himalaya nepalí y china juntas.
El Gobierno chino ha incluido la línea ferroviaria transfronteriza como parte de la llamada «Nueva Ruta de la Seda», conocida como «Belt and Road Initiative» (BRI) en inglés, su plan para impulsar la conexión y la cooperación a escala transcontinental.
En la primera fase, la línea ferroviaria unirá Katmandú con el distrito nepalí sureño de Lumbini, lugar de nacimiento de Buda y fronterizo con la India.
Hasta ahora, el Gobierno de Nepal ha recibido una subvención china de 18 millones de dólares para preparar un detallado estudio de factibilidad del proyecto, dijo a Efe el director general del Departamento de Ferrocarriles, Balram Mishra.
«El estudio empezará a partir del próximo año fiscal», que comienza a mediados de este mes.
Según las estimaciones de Mishra, se espera que la investigación se complete en un año y medio.
Después de eso, el período total de construcción será de 7 años, dijo.
«No solo el desarrollo del proyecto es complejo, incluso preparar el informe detallado es una tarea extrema», agregó.
La Nueva Ruta de la Seda presentada en 2013 por el líder chino, Xi Jinping, tiene como objetivo conectar a China con Asia, Europa mediante proyectos de infraestructura a gran escala.
Nepal cree que el desarrollo del proyecto mejorará su conectividad con el vecino del norte, poniendo fin a su dependencia de la India.
La factura de importaciones de Nepal ascendió a 11.000 millones de dólares en el año fiscal 2017-2018, de las que un 65 % procedieron de la India.
Por contra, las importaciones de China se redujeron a tan solo 1.400 millones de dólares, apenas un 12 % del total del país del Himalaya.
El plan ferroviario de China no es nuevo, pero los problemas de financiación y construcción en un terreno tan accidentado ralentizaron los esfuerzos.
El terremoto que golpeó Nepal en 2015, acabando con la vida de casi 9.000 personas, también contribuyó a paralizar el proyecto.
El plan regresó del coma cuando la India impuso en 2015 un embargo comercial contra Nepal, cortando el combustible y los suministros esenciales durante meses y obligando a Nepal a buscar alternativas.
El país puso rápidamente sus esperanzas en el gran vecino norteño.
El primer tramo que conecta Katmandú con el sur de la nación abarcará 72 kilómetros, y el 98,5 % de la sección será de puentes y túneles, según un informe preliminar de 2018 elaborado por la Autoridad Nacional Ferroviaria de China.
Antes de que el proyecto cruce la frontera entre Nepal y China, Pekín debe completar primero la línea ferroviaria en su propio territorio.
El ferrocarril llegó a la capital del Tíbet, Lhasa, en 2006, pasando por espectaculares picos helados en la meseta tibetana y subiendo a altitudes de hasta 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Los trabajos de construcción en el trayecto desde Lhasa hasta la zona de Shigatse, colindante con Nepal, comenzaron en septiembre de 2010 y la línea se inauguró en agosto de 2014.
La segunda ciudad más grande de Shigatse está a unos 540 kilómetros de Kerung, la ciudad china más próxima a Nepal.
El año pasado, el Tíbet anunció que se abrirá a la inversión privada en el sector comercial y empresarial a partir de 2020, con Pekín tratando de penetrar en el enorme mercado del sur de Asia a través de Nepal.
El exministro de finanzas y líder del Congreso nepalí, Ram Sharan Mahat, dijo a Efe que construir el proyecto en un terreno tan extremo sería muy costoso.
«Si construimos el proyecto en base a préstamos, podríamos estar entrampándonos en una deuda», concluyó. EFE