El viaje por tierra demora al menos ocho horas y una y media por mar en las embarcaciones más rápidas, pero serán sólo 20 minutos cuando Finlandia y Estonia queden unidas por el túnel ferroviario submarino más largo del mundo.
Se trata de un doble conducto por el que circularán trenes de alta velocidad, uno en cada sentido, entre Helsinki y Tallin, situadas en lados opuestos del golfo de Finlandia.
Aún no está definido el proyecto final, pero se espera que tenga una extensión superior a 100 kilómetros, por lo que duplicará el largo del túnel del canal de la Mancha, entre Francia y Reino Unido, (de 50 kilómetros) y el de Seikan, en Japón (23,3 km).
Aunque los estudios de viabilidad comenzaron en 2014, no fue hasta marzo pasado que la iniciativa ganó en concreción cuando el grupo chino Touchstone Capital Partners anunció que invertirá 15 mil millones de euros, el total de las necesidades financieras requeridas para el inicio de la construcción.
El fondo, que patrocina la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, encaminada a enlazar a China con otros continentes, anunció que firmó un protocolo de acuerdo con la compañía Finest Bay Area Development Oy, a cargo del proyecto.
‘Cerca de cinco mil millones de euros de la cantidad total de Touchstone se aportarán mediante inversión directa, mientras que los 10 mil millones de euros restantes se materializarán a través de la emisión de deuda’.
No obstante, los detalles financieros continuarán negociándose durante los próximos seis meses, informó en un comunicado.
La promotora ARJ Holding anunció en diciembre pasado el desembolso de 100 millones de euros con ese mismo objetivo.Para el líder del proyecto, Peter Vesterbacka, es una de las infraestructuras más grandes del continente europeo, pues saldrá a la superficie en un punto del recorrido y se detendrá en un islote artificial donde residirán hasta 50 mil personas, que podrán disfrutar en lugares de ocio, paseos comerciales y un centro de convenciones.
La obra conectaría los aeropuertos de las capitales y también con Rail Baltica, una línea entre Tallin y Varsovia, en Polonia, prevista para 2026.
Los trenes no irán más allá de Helsinski o Tallin o de las nuevas estaciones que se construyan por la diferencia del ancho de vía, conforme a la agencia Bloomberg. Aunque su construcción no ha comenzado, podría estar operativo en 2024, de acuerdo con Touchstone.
Como resultado habría un impacto positivo en las economías de ambos países, creando efectivamente un área metropolitana importante en el mar Báltico.
Miles de estonios trabajan en la región de Helsinki y viajan semanalmente al mar, y muchos turistas finlandeses visitan Tallin.
Según un informe de 2016, la obra aumentaría los viajes a unos 23 millones de pasajeros cada año, un incremento de 10 veces con respecto al tráfico de ese momento.
‘Estonia estará conectada con Europa central… y no debemos detenernos aquí’, dijo el primer ministro de ese país, Juri Ratas.
Por su parte, la ex ministra de Transportes y Comunicaciones de Finlandia, Anne Berner, expresó que podría ser un proyecto importante para su país y toda Europa.
‘El túnel, junto con el proyecto ferroviario Rail Báltica y la línea ferroviaria del Ártico, conectará esa región con el corazón de Europa a través de Finlandia’, detalló.
Los pasajes están disponibles para su venta desde diciembre de 2018. Un viaje de ida costará 50 euros, mientras que el billete anual ilimitado se venderá por mil euros.
Para muchos, el túnel Helsinki-Tallin será una de las mayores inversiones de China, como parte de su iniciativa de la Franja y la Ruta.
Esta fue presentada en 2013 con el propósito de enlazar al país con otros continentes mediante una red de infraestructuras marítimas y terrestres que permitan las operaciones mercantiles, responsabilidades y las ganancias compartidas.