RUTA DE LA SEDA

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Alentada por el renovado interés en la Ruta de la Seda –para el intercambio cultural, el comercio y el turismo–, la OMT decidió recuperar los antiguos caminos como un concepto turístico que uniría una vez más a tres continentes en un proyecto que se extendería a lo largo de más de 12.000 km.

La Ruta de la Seda, conocida por haber sido la primera ruta mundial de la historia, iba mucho más allá del simple intercambio de mercancías.

En realidad, los miles de caminos interconectados permitían un fructífero intercambio de religiones, culturas, ideas y tecnologías. Muchos descubrimientos importantes, en los ámbitos de las matemáticas y la filosofía, la arquitectura o la gastronomía, fueron posibles gracias a los intrépidos viajeros que quisieron explorar nuevos territorios y traspasar las fronteras humanas y naturales. En la actualidad, y partiendo de esa riqueza natural y cultural milenaria, la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha podido revitalizar y dar un nuevo sentido a una ruta capaz de transformar la forma en que concebimos los viajes. Gracias a la colaboración en áreas de interés mutuo, los Estados que forman parte de la Ruta de la Seda y los diversos agentes del sector privado se sitúan en una posición privilegiada para crear nuevas oportunidades e iniciativas turísticas capaces de impulsar un crecimiento sostenible y saludable.

El concepto de un proyecto de turismo de la Ruta de la Seda se planteó por primera vez en la Asamblea General de la OMT celebrada en Indonesia en 1993

La OMT, con iniciativas que se remontan a 1994, fue una defensora pionera del potencial turístico de la Ruta de la Seda. Hoy, 34 Estados (Albania, Arabia Saudita, Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Bulgaria, China, Croacia, Egipto, España, Georgia, Grecia, Indonesia, Irán, Iraq, Israel, Italia, Japón, Kazajstán, Kirguistán, Malasia, Mongolia, Montenegro, Pakistán, la República de Corea, la República Popular Democrática de Corea, Rumania, Rusia, San Marino, Tayikistán, Türkiye, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán) de Europa, África y Asia Central y Oriental, además de Miembros Afiliados de la OMT de todo el mundo, trabajan juntos para promover los caminos de la Ruta de la Seda como una aventura turística transnacional.

Juntos, intentamos maximizar los beneficios del desarrollo turístico para las comunidades locales, estimular la inversión y promover la conservación del patrimonio natural y cultural de la Ruta, centrándonos en los siguientes ámbitos:

MARKETING Y PROMOCIÓN

Para dar visibilidad a la Ruta de la Seda en la esfera internacional, la OMT ha estado colaborando con numerosos agentes turísticos, tanto del sector público como del privado.

En los últimos años, se han organizado distintos tipos de eventos, desde reuniones ministeriales de alto nivel, como la octava Reunión Internacional de la OMT sobre el Turismo de la Ruta de la Seda en Tesalónica y nuestros eventos de la Ruta de la Seda que se celebran anualmente en la ITB de Berlín hasta talleres de capacitación y reuniones del Grupo de Acción.

Además, la OMT ha trabajado con socios importantes como Pilot Productions, BBC 4 y Discovery Channel UK.