Fernández de la Vega y Moratinos, como alto representante para la Alianza de Civilizaciones en la ONU, se unen en un proyecto para avanzar en los derechos humanos y la democracia con las mujeres como protagonistas. Casa Mediterráneo acoge un foro internacional de activistas
Alicante acogerá en la Casa del Mediterráneo una de las sedes de la Alianza de Mujeres por la Paz, proyecto que anunció ayer la ex vicepresidenta del Gobierno y presidenta de la Fundación Mujeres por África, María Teresa Fernández de la Vega, en el transcurso del foro «Diálogo de Mujeres por la Paz en el Mediterráneo». La idea es avanzar en la democracia y los Derechos Humanos con las mujeres como protagonistas y motor de los cambios. El alto representante para la Alianza de las Civilizaciones de Naciones Unidas, Miguel Ángel Moratinos, recogió rápidamente el guante de Fernández de la Vega y no sólo se posicionó para impulsar el proyecto de manera conjunta sino que ofreció la posibilidad de que una de las sedes se instale en Alicante junto a la de Nador, en Marruecos, que citó la ex vicepresidenta. «Alicante cada vez tendrá un mayor protagonismo en la Alianza de las Civilizaciones con la celebración de más foros, debates y encuentros», indicó Moratinos.
En el foro de ayer participaron activistas de numerosos países, como Caddy Adzuba (Congo), Bianka Gabriela Rodríguez (El Salvador), Mercedes Hernández (Guatemala), Salwa Kennow (Túnez), la premio Sájarov Salima Ghezali (Argelia) y Julia Duncan (Liberia), que trataron la «doble victimización»que sufren las mujeres en las guerras, por añadirse que son objeto de violencia sexual en muchos casos de manera impune y también el «liderazgo de las mujeres en la construcción de la paz». La escritora Elvira Lindo fue una de las ponentes. Y contó con la participación y presencia del presidente de la Generalitat,Ximo Puig, los consellers de Justicia y Transparencia, Gabriela Bravo y Manuel Alcaraz, el delegado del Consell en Alicante, Esteban Vallejo, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, el general jefe del MOE, Demetrio Muñoz, y las secretarias generales de CC OO y UGT en Alicante, Consuelo Navarro y Yaissel Sánchez, entre otros.
En sus intervenciones, tanto Fernández de la Vega como el teniente general Fernando López del Pozo, destacaron el papel de la mujer en la consecución de la paz en las zonas de conflicto.
«La paz y la democracia van indisolublemente unidas al avance de las mujeres», indicó Fernández de la Vega, quien puso de manifiesto que «las mujeres queremos trabajar por la paz». En un mundo en el que han aumentado los conflictos armados y sus víctimas civiles, los desplazados y se ha incrementado el gasto militar, que alcanza los 1.739 billones de dólares, «las mujeres queremos un cambio de rumbo», clamó la presidenta de la Fundación Mujeres por África.
«La guerra pertenece al mundo del patriarcado, organizado por hombres que ejercen el poder desde la dominación, y donde la mujer ha estado vetada durante siglos», afirmó. «Queremos entrar en los grandes proyectos y en la toma de decisiones, no sólo participar en los microcréditos y en los pequeños proyectos», reclamó De la Vega.
López del Pozo destacó la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas. Y explicó que el papel del Ejército en las misiones en el exterior incluye la prevención de la violencia sexual y de género y la protección a las víctimas, también a los niños, así como la promoción de la participación de la mujer.
Por su parte, el presidente Puig consideró que «la verdadera revolución de este siglo la protagonizarán las mujeres y el movimiento del feminismo». Abogó por la exigencia de «igualdad, inclusión y paz» y se sumó también al proyecto de la Alianza de las Mujeres por la Paz. Entre los retos sociales destacó la lucha contra la violencia sexual y de género, y resaltó que la mujer encarna el «reconocimiento de la diversidad y el valor de la empatía».
«Solo los reaccionarios o los indocumentados niegan que sois las más cualificadas de las sociedades contemporáneas y que vuestro liderazgo, el de las mujeres, saca del atraso a los países», concluyó.