Edmund de Waal, un despliegue de quietud

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Algunos conoceréis al británico Edmund de Waal como escritor; otros como ceramista. En varias ocasiones, esas facetas se han unido: ocurrió en La liebre con ojos de ámbar y en El oro blanco; en el primer libro, editado por Acantilado, narraba la historia de su familia a través de una colección de figuras de porcelana y en el segundo, publicado por Seix Barral, recorría la historia de ese material desde la China imperial hasta hoy.

En las entrevistas concedidas con motivo de la publicación de ambos relatos, De Waal afirmaba encontrar vínculos estrechos entre sus procesos creativos como ceramista y como escultor, concibiendo ambos como fabricaciones, como construcciones, fueran de textos o de objetos. También se refería a las conexiones entre la arcilla blanca y la página en blanco, esa tonalidad que es la mezcla de todas y que puede sugerir tanto pureza y luz como el terror con el que  algunos asocian a la nada

Textos, cerámicas y un blanco todopoderoso son también el eje de “Breath”, el proyecto que este autor presentará, desde el 20 de febrero, en Ivorypress. Se extenderá por los tres espacios de este centro, correspondientes a las vertientes de su actividad (editorial, galería y librería) y tendrá como eje un libro de artista que la propia Ivorypress publicó y en el que De Waal trabajó durante dos décadas, reflexionando sobre la naturaleza de los libros, sobre nuestros modos de entenderlos y relacionarnos con ellos y sobre su presencia en el mundo.

Esta obra consta de un libro de folio atlántico, que evoca los códices medievales y está impreso en una edición de seis volúmenes, junto a dos pruebas de artista y un HC. Lo resguarda una caja de madera, que se desdobla para convertirse en un atril donde el propio libro puede disponerse abierto. La caja posee, además, un compartimento con una pequeña estantería de ónix donde aparecen finas teselas de porcelana translúcidas y manuscritas por Edmund de Waal confragmentos de siete poemas de Paul Celan, cuya obra ya fue sustrato de proyectos anteriores que llevó a la Gagosian de Nueva York o al Victoria & Albert de Londres. En el fondo, podemos entender este libro como la reescritura del poeta de origen rumano por Waal: ha deslizado pinceladas de caolín (la materia prima de la porcelana) sobre partes de los poemas de aquel, dejándolos en blanco, y ha vuelto a escribir sus palabras a mano.

Junto a los poemas de Celan y las palabras de De Waal, el tercer gran componente de esta pieza son los espacios en blanco: las páginas vacías (salvo por finas pátinas de porcelana, su recurso para hacer más hondo ese blanco); textos y ausencias hacen así de este libro una invitación a la quietud y al mirar sosegado. Pero algo más en su elaboración nos habla del goce de lo lento: ya decíamos que el escritor y ceramista establece paralelismos significativos entre sus procedimientos de trabajo en una y otra actividad, pero los encuentra también más allá, entre la historia de la porcelana y la del papel, como materiales ambos que viajaron a lo largo del mundo desde su origen en China y Japón y que se adentraron en Europa a través de la Ruta de la Seda. Esa es la razón de que De Waal haya elegido emplear papeles llegados del Lejano Oriente, Alemania y Reino Unido y de que el libro de artista que presenta, en sí mismo llamado Breath, quiera suponer una celebración de las labores de los artesanos del papel que en estos y otros países continúan trabajando: tipógrafos, papeleros y encuadernadores que aún no han dejado de lado las tradiciones y con los que el británico ha colaborado en este volumen, que también contiene, en su lomo, manuscritos medievales antes usados en encuadernaciones y ahora reutilizados.

En Ivorypress, este libro de artista se acompañará de diecisiete nuevos trabajos, entre estanterías, vitrinas y dípticos concebidos como libros abiertos y poblados de delicadas cerámicas blancas; piezas de mármol, alabastro, pan de oro y platino que remiten, a su vez, a los recipientes plateados de los bodegones de Zurbarán. Algunos objetos parecen encontrarse en una fase de transición, a punto de quedar desvelados desde su nada primigenia anterior, y los visitantes podrán, junto a ellos, leer alguno de los cien libros de la sala de lectura que se creará ad hoc en la exposición.

 

De Waal ha contado que en los últimos años su estudio ha estado lleno de papeles, porcelana líquida, poemas garabateados en las paredes, pan de oro y fragmentos de vitela. He creado un libro para Celan. Tiene cuatro tipos diferentes de papel, cada uno de un gramaje y blanco diferente. Y son los que marcan el ritmo del libro, su ir y venir a diferentes velocidades. Un libro con diferentes tipos de aliento. Un libro que se convierte en el acto de respirar —según te mueves entre el papel, del más ligero al más pesado; el texto repitiéndose a sí mismo—. Sus poemas están ahí, en alemán y en su traducción al inglés, algunas veces impresos uno frente a otro, otras veces superpuestos. Puedes ver la sombra de un poema en otro. El texto está impreso en relieve para percibir la presión de la tipografía, la muesca de la palabra, ‘la danza de dos palabras’. Breath es un intento de hacer un libro digno de Celan, utilizando porcelana, papel, mármol, vitela, tinta, oro. Y palabras. Para sentir y hacer vibrar sus poemas de nuevo.

El día 20 de este mes, coincidiendo con la inauguración de esta muestra, De Waal ofrecerá una charla en Ivorypress a las 19:00 horas. Para acudir, podemos apuntarnos en el correo edwtalk@ivorypress.com