P: ¿Qué tiene de guerra comercial y qué tiene de guerra tecnológica el conflicto entre Estados Unidos y China?
R: Bajo mi punto de vista son las dos cosas y ninguna. Aún hay plazo para arreglar este asunto entre las dos super potencias. De todos modos, me parece que, de momento, Estados Unidos parte de un escenario de ventaja, ya que China exporta a Estados Unidos por valor de 500 mil millones e importa por 150, por lo que desde el punto de vista comercial en términos monetarios parte de una mejor situación. Aunque insisto en que creo que se llegará a solucionar.
P: ¿Qué efectos puede acabar teniendo sobre la economía mundial que ese pulso se prolongue en exceso?
R: Las interrelaciones son tales en la economía global que de producir se afectarían a todos los países en mayor o menor grado. Por ejemplo, al encarecerse los productos de China, Estados Unidos importa más de México. Pues bien, ahora también se han fijados aranceles para este país, argumentando otros temas, pero con los mismos efectos, o quizás peores para México. Respecto de los mercados financieros, esto podría ser una bola de nieve rodando a nivel global.
P: Y, en cualquier caso, ¿cómo puede afectar esa situación a la economía española en general y a la provincia en particular?
R: Como he señalado al principio, de verdad creo que se va a solucionar. No le interesa a nadie. Dicho lo anterior, en la hipótesis de que ocurriese, está claro que ningún país estaría inmune, y menos España, que depende tanto de las exportaciones, y la provincia de Alicante más que la media nacional. No solo esto, al poder afectar directamente al sistema financiero global, se resentiría todo, incluyendo también el turismo y la construcción, por mencionar solo algunos sectores claves del país y de la provincia.
P: Tras la ofensiva de Estados Unidos a Huawei, ¿qué puede pasar con el 5G?
R: Parece ser que el tema del 5G va más avanzado en China que en Estados Unidos, con lo cual podría suponer un retraso en su implantación, pero sería una cuestión de tiempo para que el mercado y los clientes llegarán a poderlo usar.
P: ¿China podría acabar tomando represalias contra una compañía como Apple?
R: No ya solo contra Apple, sino con otras muchas medidas. Por ejemplo, Estados Unidos importa el 80% de las «tierras raras» de China. Estos minerales son centrales para los smartphones, memorias de ordenador, discos duros, máquinas de Rayos X, etcétera. Y esto sí puede ser un problema para Estados Unidos.
P: ¿Qué debe hacer la Unión Europea en un escenario como el actual?
R: Pues como mínimo tener una sola voz al respecto. El «sálvese quien pueda» llevaría a que todos los países de forma aislada y por el tamaño individual no pudiesen actuar de palanca o contrapeso. Para hacerse una idea, Estados Unidos tiene un PIB de 21,5 billones de dólares; China, de15,5; Japón,de5,5; y Alemania, que es la locomotora de Europa, de 4.Apartirde ahí podemos imaginar el resto de países europeos si van por libre.
P: La Universidad de Alicante tiene en estos momentos varias vías de colaboración con China. Sin embargo, España se está mostrando algo tibia a la hora de sumarse a la Nueva Ruta de la Seda. ¿Por qué?
R: España parece que se suma al pensar mayoritario de Europa con varias dudas al BRI (Beltand Road Initiative) y opta por la prudencia. De momento el único país que se ha lazando más ha sido Italia con la firma de muchos convenios al respecto. Pienso que la UE debe estar unida en este aspecto y que no debe ser todo respecto del BRI bueno malo, hay muchos puntos intermedios y para cada caso hay que estudiarlo bien. Respecto de los convenios de colaboración de la Universidad de Alicante, solo decir que estamos presentes activamente en más de 130 países, y tanto Estados Unidos como China son socios muy importantes. La educación y la investigación no deben tener fronteras.
P: ¿Qué puede ganar un país como España si se adhiere a La Franja y la Ruta?
R: Como he comentado anteriormente, hay mucho que ganar y también se puede perder cierta soberanía. Bien llevado a cabo hay mucho a ganar, pero yo pensaría no a nivel estatal, sino a nivel de UE.
P: ¿Y qué puede perder en un escenario como el actual?
R: Para China es un proyecto muy importante, aparece incluso en su Constitución y se espera terminar en 2049 para el centenario de la República Popular. Algunos cálculos lo cifran en una inversión de 7,5 billones de euros, conectará al 65%de la población mundial y un 30% del PIB mundial. Estar al margen de esto parece que no es una buena opción. Ahora bien, hay que ver la postura europea y analizar convenio a convenio
Diario Información. Martes, 4 de junio, 2019.