Su Majestad el Rey Don Felipe VI
El Rey Felipe VI ha destacado este lunes durante la inauguración en Sevilla de la quinta edición del World Congress for Middle Eastern Studies (Wocmes) el compromiso «firme» de España para promover iniciativas que «ayuden a ofrecer respuestas políticas y económicas efectivas» a los desafíos planteados por Oriente Medio, toda vez que ha resaltado que la vocación mediterránea de España «está sobradamente contrastada y ofrece hitos destacados».
De izquierda a derecha: D. André Azoulay (presidente de la Fundación y consejero del Rey de Marruecos); D. Gunter Meyer (Presidente del Consejo Internacional Wocmes); Dña. Susana Diaz (Presidenta de la Junta); y Su Majestad el Rey Don Felipe VI.
Junto al Rey han participado en esta inauguración de Wocmes, que ha tenido lugar en la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo –organizadores del mismo–, la presidenta de la Junta, Susana Díaz; el presidente de la Fundación y consejero del Rey de Marruecos, André Azoulay; el Alto Representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Nasser Abdulaziz Al-Nassir, y el presidente del Consejo Internacional Wocmes, Gunter Meyer.
Durante su intervención, ha recordado que es la segunda vez que este Congreso se celebra en España, después de que Barcelona acogiera el evento hace ocho años, y ha felicitado a los organizadores, quienes «hace casi veinte años se dieron cuenta de que especialistas de todo el mundo querían y necesitaban encontrarse y debatir los resultados de su trabajo en esta fascinante y compleja región cara a cara».
En este sentido, señala que la Fundación Tres Culturas, que fue creada por el Reino de Marruecos y la Junta de Andalucía, «es un ejemplo sobresaliente de lo que marroquíes y españoles pueden lograr cuando unen fuerzas para nutrir nuestra relación».
Una relación que el Rey considera «estratégica» no solo porque «somos vecinos y afrontamos muchas preocupaciones, desafíos y amenazas comunes» sino también por «la voluntad, la necesidad y la determinación de superarlos en estrecha cooperación», debido «a nuestra amistad, construida a partir de la confianza mutua, el respeto y la fuerte afinidad cultural».
De este modo, Felipe VI asegura que Sevilla, Andalucía y España «son tierra de encuentro que sabe combinar tradición y vocación por el intercambio de ideas con el diálogo entre culturas y la construcción de puentes». «Nuestro país ha sabido ejercer como nexo fructífero en la evolución de las ciencias, las artes y las ideas», manifiesta, y señala que «nuestro legado cultural e histórico nos predispone para realizar valiosas aportaciones al conocimiento, a la sabiduría común y al entendimiento entre comunidades y personas de distintas procedencias y tradiciones».
Igualmente, defiende que la vocación mediterránea de España «está sobradamente contrastada y ofrece hitos destacados», toda vez que agrega que nuestro país «ha demostrado en el pasado su capacidad y su voluntad para asumir un papel destacado en los esfuerzos de la Comunidad Internacional por encontrar soluciones pacíficas y sostenibles a los conflictos y desafíos que persisten en el Mediterráneo y Oriente Medio. Sirvan como ejemplos la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 y el Proceso Euro-Mediterráneo de Barcelona de 1995».