Cheng Yaodong, un guía turístico a tiempo paracial, ha narrado a cientos de turistas la historia y el folclore del Pase Xiaoguan en la montaña Liupanshan, en la región autónoma de la etnia hui de Ningxia, en el noroeste de China.
“Si bien la ubicación precisa del Pase Xiaoguan siempre ha sido discutida por los historiadores, lo que sabemos con total seguridad es que sirvió de fortaleza militar e importante parada de la Ruta de la Seda durante la dinastía Tang (618-907) en la región de Guyuan del sur de Ningxia”, dijo Cheng.
La Ruta de la Seda fue un corredor de extrema importancia que conectaba el este y el oeste desde la dinastía Han (202 a.n.e.-220 d.n.e.), hace unos 2.000 años. Su nombre viene del lucrativo comercio de seda china que se realizaba a lo largo de la ruta. Fue importante para los intercambios comerciales y culturales, y trajo civilización y prosperidad a las ciudades situadas a lo largo de su red.
Cheng, de 50 años, es miembro del grupo Ningxia Liupanshan Tourism Group Co., Ltd. en Guyuan, una de las ciudades que presenciaron la historia de la Ruta de la Seda. A él también le gusta recitar poemas antiguos sobre el Pase Xiaoguan a los turistas.
Estos poemas hablan de la morriña de los soldados que ejercían su labor en este puesto y echaban de menos sus hogares, del deseo de los comerciantes por volver a casa y de la belleza del paisaje fronterizo.
El Grupo Liupanshan Tourism es una compañía estatal de turismo que da a conocer la vida local en el sur de Ningxia a los turistas aprovechando la cultura de la Ruta de la Seda. Organiza tours para más de un 1 millón de visitantes cada año.
“El turismo ayuda a que la gente entienda mejor el rol de Guyuan en la historia de la Ruta de la Seda y la rica cultura que ésta desarrolló durante los más de 2.000 años de interacción con grupos étnicos y comerciantes”, señaló Cheng.
A unos 55 kilómetros al norte de la ciudad de Guyuan se encuentra otra atracción turística: las Grutas Xumishan. Atraen a cientos de visitantes cada semana, aunque siguen bajo restauración, con su estatua de Buda de 20 metros protegida bajo un andamio.
Haca casi 3 años, expertos en reliquias culturales de toda China empezaron un proyecto de restauración de los murales de las Grutas Xumishan, que datan de hace más de 1.500 años. El proceso de restauración sigue en marcha.
Las Grutas Xumishan, cuya construcción dio comienzo a finales de la dinastía Wei del Norte (385-534) se componen de 162 cuevas y más de 1.000 estatuas de Buda. El área fue clasificada como lugar cultural clave a nivel estatal en 1982.
Situadas en la carretera norte de la sección oriental de la antigua Ruta de la Seda, las Grutas Xumishan son una de las 10 grutas más importantes de China. Fueron catalogadas por el Fondo Mundial de Monumentos como uno de los sitios culturales y arquitectónicos más en peligro en 2007.
Las grutas, conocidas por muchos como “Las Perlas de la Ruta de la Seda”, contienen todo un conjunto de patrimonio cultural, incluidas estatuas de Budas, murales, templos, árboles ancestrales, geomorfología Danxia y piedras raras”, explicó Wang Yi, director del buró de gestión de reliquias culturales de las Grutas Xumishan.
El museo Xumishan, ubicado al pie de la montaña, se centra en obras de arte de la Ruta de la Seda y budistas, mostrando la historia de la Ruta de la Seda en China, la posición histórica de Guyuan en la Ruta de la Seda, y la historia de la penetración del budismo en China a través de la Ruta de la Seda.
“Al popularizar la cultura de la antigua Ruta de la Seda, hemos logrado promocionar el turismo local y estimular la economía”, declaró