El secretario general de la ONU, António Guterres, encargó este viernes al jefe de la Alianza de Civilizaciones, el español Miguel Ángel Moratinos, que elabore un plan para la protección de los lugares de culto en todo el mundo.
La medida llega en respuesta al ataque de la semana pasada contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch y otros atentados recientes contra sinagogas e iglesias en distintos países.
«Pido a la Alianza de Civilizaciones que contacte con gobiernos y organizaciones basadas en la fe, con líderes religiosos y con otros y explore acciones para prevenir estos ataques y garantizar la santidad de estos lugares religiosos», dijo Guterres a los periodistas.
El secretario general de la ONU hizo el anuncio durante una visita a un centro islámico de Nueva York, al que acudió para expresar su solidaridad con la comunidad musulmana tras el ataque de Nueva Zelanda, en el que 50 personas murieron a manos de un supremacista.
Guterres dijo que quiere que Moratinos desarrolle un «plan de acción» para que la ONU se comprometa plenamente en apoyo de la seguridad de los lugares religiosos.
«La razón es clara: las mezquitas y todos los lugares de oración y contemplación deben ser sitios seguros, no de terror. Los fieles deben sentirse seguros para rezar», insistió el jefe de Naciones Unidas.
En declaraciones a Efe, Moratinos explicó que el objetivo es tener una propuesta en un plazo de dos meses, tras mantener consultas con líderes religiosos y autoridades nacionales y locales, entre otros.
Según el exministro español de Exteriores, que dirige la Alianza de Civilizaciones desde comienzos de este año, Naciones Unidas considera necesario actuar contra los terroristas y supremacistas que quieren impedir la tolerancia y esta «tendencia» a atacar lugares de culto.
Además del atentado contra las mezquitas neozelandesas, Moratinos recordó por ejemplo el asesinato de once personas el pasado octubre en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania, EE.UU.) o los ataques recientes contra iglesias en Filipinas.
«Alrededor del mundo hemos visto el crecimiento del odio antimusulmán, del antisemitismo, de los discursos de odio y de intolerancia. Yo he advertido repetidamente de esos peligros», recordó este viernes Guterres.
Según el secretario general de la ONU, los discursos de odio «se están extendiendo como un incendio» y las redes sociales «están siendo explotadas como plataforma para la intolerancia», mientras cada vez más movimientos políticos admiten abiertamente sus tendencias neonazis o repiten sus palabras.
«El cáncer se está extendiendo y es nuestra responsabilidad encontrar una cura», insistió el diplomático, que subrayó la necesidad de actuar contra el extremismo «en todas sus formas», sin importar si ataca en «mezquitas, sinagogas, iglesias o en cualquier otro sitio».
Nueva Zelanda recordó hoy a las víctimas del ataque cometido hace una semana en Christchurch y considerado el peor atentado en la historia moderna del país.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, acudió para honrar la memoria de los fallecidos al parque Hagley, frente a la mezquita Al Noor, escenario de la masacre y donde murieron 42 personas.
En Nueva York, Guterres visitó también una mezquita para trasladar sus condolencias a los musulmanes y mostrar el apoyo de la ONU tras los ataques.