El embajador de China, Lyu Fan, insta a España a no perder la oportunidad que supone la iniciativa lanzada por su país para crear un gran espacio económico.
Favorecer los intercambios comerciales, científicos y culturales, además de promover el desarrollo de los países con una fórmula de «win-win», es decir, con la que todos ganan. Ése es, según el embajador de China en España, Lyu Fan, el espíritu del proyecto «La Franja y la Ruta», la iniciativa lanzada por el gigante asiático en el año 2013 con la que pretende articular una gran área de colaboración económica y de todo tipo sobre la base de la antigua Ruta de la Seda, que durante siglos fue el principal nexo de unión entre Oriente y Occidente. Un proyecto que ya ha movilizado más de 90.000 millones de dólares en inversiones directas del país oriental en otros estados -por lo que también es conocido como «el Plan Marshall chino»- pero que, según insistió Lyu Fan, no está al servicio de este país, sino que «pertenece a todo el mundo» y beneficiará por igual a todos sus miembros.
Por eso, el diplomático animó a España a no perder esta oportunidad y sumarse a esta iniciativa de la misma forma que ya fue una pieza fundamental en la antigua ruta. Como ejemplo de los beneficios que puede generar esta colaboración, señaló que el tren de mercancías que une Madrid con la ciudad china de Yiwu ya ha movido más de 500.000 contenedores desde su puesta en marcha en el año 2014.
Lyu Fan fue el principal ponente del foro «La Franja y la Ruta», que se celebró ayer en el Club INFORMACIÓN. Una jornada organizada por el propio periódico, Prensa Ibérica y la Embajada de la República Popular de China con el objetivo de dar a conocer este proyecto y que logró suscitar el interés de los representantes de las principales instituciones económicas, empresariales y sociales de Alicante.
Lyu Fan fue el principal ponente del foro «La Franja y la Ruta», que se celebró ayer en el Club INFORMACIÓN. Una jornada organizada por el propio periódico, Prensa Ibérica y la Embajada de la República Popular de China con el objetivo de dar a conocer este proyecto y que logró suscitar el interés de los representantes de las principales instituciones económicas, empresariales y sociales de Alicante.
Tras una breve introducción del director de INFORMACIÓN, Tomás Mayoral, fue la directora general de Gabinete de Presidencia de Prensa Ibérica, Irene Lanzaco, la responsable de introducir el tema y presentar al diplomático. Lanzaco señaló que el proyecto pretende «tender puentes para que nadie quede al margen del progreso» y fomenta la cooperación para «combatir el desequilibrio», compartiendo los «beneficios económicos de garantizar el libre flujo de servicios y mercancías», entre otras cuestiones. La directiva también recordó que Alicante es una de las provincias con mayores lazos con China en estos momentos.
IMPULSO AL CRECIMIENTO
En la misma línea, Lyu Fan aseguró que el objetivo de «La Franja y la Ruta» es recuperar el «espíritu de la antigua Ruta de la Seda, que hace 2.000 años logró unir Europa y Asia y cultivó el espíritu de paz, cooperación y aprendizaje mutuo». Según recordó, fue en el año 2013 cuando el presidente chino, Xi Jinping, presentó oficialmente este proyecto que, por un lado, pretende reforzar los lazos entre los países por los que pasaban las antiguas rutas comerciales desde este país hacia Occidente -lo que agrupa Asia Central, Europa, los países árabes, el Norte de África y la península indochina- lo que sería «La Franja»; y, por otro lado, favorecer toda una serie de conexiones por barco entre todos los continentes, lo que sería la Nueva Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI.
Para ello, el proyecto pretende financiar toda una serie de infraestructuras que faciliten los movimientos comerciales -desde puertos a carreteras, pasando por ferrocarriles-, además de firmar acuerdos de colaboración económica y en otros ámbitos.
700.000
CIFRA DE TURISTAS QUE LLEGAN DEL PAÍS ASIÁTICO
10.000
ESTUDIANTES CHINOS EN CENTROS ESPAÑOLES
30
VUELOS SEMANALES ENTRE ESPAÑA Y CHINA
Como señaló el diplomático, hasta la fecha ya son 150 los países y organizaciones que han dado apoyo a la iniciativa e, incluso, Naciones Unidas ha señalado que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que promueve. De la misma manera, el plan ya ha movilizado 90.000 millones de dólares en inversiones directas de China en otros países y se han comprometido obras por valor de 400.000 millones de dólares. Unas infraestructuras que, en muchos casos, han permitido incorporar a los países beneficiarios -muchos en vías de desarrollo- «a la globalización», según apuntó el embajador. Por eso y frente a las reticencias de algunos, que ven la iniciativa como una estrategia de China para ganar peso en el orden mundial, Lyu Fan insistió en que «la Franja y la Ruta beneficia a todos» y, aunque sea una propuesta de Pekín, «pertenece a todo el mundo». A modo de ejemplo, señaló los 6.000 empleos que se han creado en Duisburgo con la apertura de la línea ferroviaria hacia Asia o la salida que Kazajistán, que no tiene mar, ha encontrado para sus productos a través de los puertos chinos.
En este sentido, el propio embajador quiso rebatir algunas de las críticas que se han formulado, como el endeudamiento con el gigante asiático en el que incurren los países donde se construyen estas infraestructuras, unas críticas que calificó de «exageradas». Así, defendió que «la selección de los proyectos a financiar son decididos de modo prudente por todas las partes» y que «ningún país ha caído en una trampa de deuda. Al contrario, la cooperación le ha ayudado a salir de la trampa del subdesarrollo». También negó que a China le interese dividir la Unión Europea, otra de las acusaciones que se han formulado contra Pekín al haber logrado que algunos países del Este o Italia se hayan unido al proyecto, sin esperar a que Bruselas tomara una decisión al respecto. «China no promoverá la ruptura de la UE, sino su desarrollo equilibrado y cohesionado», defendió el diplomático, que insistió en que todos los acuerdos bilaterales con los países citados se han realizado respetando las leyes y la normativa comunitaria.
Todos los proyectos construidos han ayudado a incorporar a muchos países a la globalización
China no promoverá la ruptura de la UE, sino su desarrollo equilibrado y cohesionado
Ningún país ha caído en una trampa de deuda por La Franja
33.600 MILLONES EN INTERCAMBIOS
Por último, el embajador de China recordó las fuertes relaciones comerciales que ya existen entre este país y España, y cifró en 33.600 millones de dólares el volumen del comercio entre ambos estados. También señaló que España ha recibido 3.300 millones en inversiones del gigante asiático y que las inversiones españolas allí suponen otros 3.800 millones. Por ello, señaló que, «como buen amigo y socio de China, España no debe dejar escapar las oportunidades que traen la Franja y la Ruta» para el desarrollo de ambos países.
«China no quiere la guerra comercial con EE UU pero tampoco tiene miedo»
El representante de Pekín en España acusa al país norteamericano de «atropellar» su legítimo derecho al desarrollo y califica de «bullying» el veto de la Administración Trump a Huawei
Lejos de una guerra comercial entre iguales, las autoridades chinas consideran que el enfrentamiento que mantiene su país con Estados Unidos es, en realidad, «un ataque unilateral» de la superpotencia norteamericana para «atropellar su legítimo derecho al desarrollo». Es más, acusan directamente a la Administración Trump de emplear tácticas de «bullying» al utilizar la fuerza del Estado para atacar a empresas privadas como Huawei.
Así de contundente se mostró ayer el embajador de China en España, Lyu Fan, al ser preguntado sobre esta cuestión durante el foro «La Franja y la Ruta», que organizaron Prensa Ibérica, INFORMACIÓN y la Embajada de la República Popular de China. Tras su intervención inicial, Lyu Fan respondió a las preguntas de actualidad que le formuló el director del periódico, Tomás Mayoral, y lo hizo sin morderse la lengua, recalcando la disposición de su país al diálogo para resolver la disputa con Estados Unidos, pero, al mismo tiempo, dejando claro que no tienen «miedo» y que «combatirán, si es necesario» para defender su soberanía.
Así, para empezar, Lyu Fan mostró las reticencias de Pekín a hablar de «guerra comercial» y su preferencia por el término, mucho más suave, de «fricciones comerciales». Ahora bien, hecha la acotación, el representante chino también quiso dejar claro de quién era la culpa de esta situación: «Estas fricciones son, en realidad, un ataque unilateral que hace Estados Unidos a China con el pretexto del déficit comercial, pero su objetivo verdadero es atropellar el legítimo derecho de China al desarrollo. Eso se ve cada vez más claro», apostilló.
En este sentido, insistió en que su país está haciendo todo lo posible por resolver la disputa, pero que Estados Unidos, «cuanto más se le ofrece, más quiere» y se «desdice» continuamente de sus promesas. Siguiendo con esta misma línea argumental de dar una de cal y otra de arena, el diplomático señaló que Pekín mantiene abierta la puerta al diálogo, pero no retrocederá ante los envites. «China no quiere una guerra comercial, pero tampoco tiene miedo y combatirá, si es necesario, para defender su soberanía y sus derechos legítimos», apuntó Lyu Fan.
IMPACTO MUNDIAL
Cómo no podía ser de otra manera, el representante de Pekín también quiso destacar las armas con las que cuenta en este enfrentamiento. Así, recordó que China es en estos momentos es «la segunda economía mundial», un mercado con 1.400 millones de consumidores, que depende cada vez menos de la exportación y más de su propia demanda. En concreto, señaló que sólo un 20% de su PIB se vincula a la exportación y que, dentro de esta cifra, Estados Unidos representa sólo un 9%. Igualmente, recordó que, a pesar de todo, el país creció en el primer trimestre al 6,4%. De la misma forma, insistió en que las consecuencias de la guerra arancelaria tendrán un impacto en todo el mundo, empezando por las propias empresas y consumidores americanos, y señaló que el Banco Mundial ya ha constatado una caída del 0,3% en el ritmo del crecimiento del conjunto del planeta y del 1%, en el caso del comercio.
Cuestionado por el caso concreto del veto de la Administración norteamericana a Huawei, Lyu Fan negó que detrás del gigante chino de las telecomunicaciones haya «fondos estatales o fondos miliares. Simplemente es una empresa privada», por lo que equiparó la actitud de Estados Unidos con el «bullying» por utilizar la fuerza del Estado contra una compañía particular. También ironizó sobre el hecho de que Trump esgrima motivos de seguridad nacional para este veto y recordó que también se utilizó este argumento cuando amenazó con aranceles a los coches europeos y otros productos.