El V Festival de Seda y Brocado de Vietnam se desarrolla en la aldea de oficio tradicional de Hoi An, en la homónima ciudad de esta provincia central, con el fin de honrar y promocionar esos productos artesanales del país.
El evento, inaugurado la víspera, cuenta con la participación de prestigiosos artesanos nacionales y extranjeros procedentes de ocho países, constituyendo así una oportunidad para conectar las “capitales de seda” en el mundo, tales como Lyon, en Francia; Como, en Italia; Kyoto, en Japón, así como las provincias vietnamitas de Lam Dong y Quang Nam.
Los artesanos no solo presentaron sus productos, sino que además realizaron en el festival demostraciones de sus técnicas tradicionales de tejido y teñido.
Con una historia de milenios, las confecciones de la seda y el brocado constituyen una tradición transmitida de generación en generación en Vietnam.
Historiadores y estudiosos estiman que la seda producida por las larvas de mariposas, de la especie Bombyx mori, llamadas “gusanos de seda”, apareció en Vietnam hace miles de años, durante la era de los reyes Hung, fundadores de la nación.
Ese tipo de material ganó la preferencia de los vietnamitas, gracias a su belleza y calidad.
Al principio, el oficio fue practicado por separado en los hogares, los cuales luego se agruparon para formar aldeas dedicadas a la cría del gusano y a la confección de seda, ubicadas en todas las regiones del país, las cuales mantienen esa tradición en la actualidad.
En el caso de Hoi An, el oficio de confección de seda apareció hace más de 300 años en esta pequeña aldea ubicada en un lugar donde se encontraba uno de los puertos marítimos más importantes del la región entre los siglos XV y XVIII, el cual se conectada con la antigua Ruta de la Seda en el mar. Sus productos fueron llevados por los comerciantes extranjeros a Japón, China y países europeos.
En 1624, el misionero jesuita francés Alexandre de Rhodes, cuya obra más importante fue el desarrollo del alfabeto vietnamita, visitó Hoi An y describió que la producción de seda en Quang Nam era tan abundante que ese material se podía utilizar para “tejer redes de pesca, y entretejer cuerdas para los barcos”.
Por otro lado, el brocado es una especialidad utilizada para confeccionar ropas así como artículos de uso cotidiano por parte de artesanos de las etnias minoritarias en Vietnam, entre las que se destacan las de Mong, Dao, Hre, Ta Oi y Co Tu.
Las técnicas y ornamentos se conservan y se transmiten de generación en generación como un tesoro de esas comunidades, y constituyen la encarnación de la destreza, la creatividad y la sensibilidad para la belleza de los habitantes de las mismas. – VNA