El Gobierno ha «diversificado» la modalidad de envío para los pedidos sanitarios no urgentes y ha apostado por el tren para ahorrar costes. Desde Yiwu (China) partió el pasado 3 de junio un convoy con 34,6 millones de mascarillas y 400.000 buzos desechables que llegarán a Madrid a finales de junio en la ya conocida como nueva ruta de la seda. Con 13.052 kilómetros de distancia, la línea ferroviaria Yiwu-Madrid ya es la más larga del mundo y cruza ocho países: China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España.
Según ha informado el Ministerio de Sanidad, la intención es ahorrar costes ya que el transporte vía férrea es quince veces menor que a través de avión. «Esta modalidad está destinada a aquellos materiales cuya necesidad está cubierta dentro del Sistema Nacional de Salud y con los que se trabaja para conformar una reserva estratégica nacional y autonómica, a través del refuerzo de compra puesto a disposición de las 19 comunidades y ciudades autónomas», ha explicado el departamento que dirige Salvador Illa en una nota de prensa.
El tren consta de 35 vagones cuya capacidad tiene una equivalencia aproximada a la de cuatro aviones de gran carga y su cargamento se suma a la de otros dos contenedores que partieron de la misma ciudad en otros trenes comerciales y que llevan alrededor de tres millones de mascarillas quirúrgicas. Éstas partieron el pasado 23 de mayo y está previsto que lleguen a mediados de junio.
Sin embargo, el Gobierno también ha aclarado que la llegada de aviones se mantendrá con regularidad para aquellos materiales cuya necesidad es más inmediata como es el caso de los guantes de nitrilo.