Cada 11 de julio se celebra el Día Mundial de la Población, una fecha creada hace 30 años por la ONU para avisar de los riesgos de la superpoblación en el mundo. Sin embargo, no ha surtido mucho efecto: en 1989 acabábamos de superar la barrera de los 5.000 millones de habitantes en el planeta; hoy estamos cerca ya de los 8.000.
Y el problema es que esa cifra sigue aumentando sin control. Los expertos creen que alcanzaremos los 10.000 millones de habitantes en la Tierra en apenas tres décadas más, una cifra que puede ser inabordable. Y se pone el foco sobre aquellos países que provocarán el mayor incremento de nacimientos en los próximos años.
De hecho, un estudio de 2018 sobre la población mundial señala los nueve países que más crecerán en los próximos años: India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Tanzania, Indonesia, Egipto y Estados Unidos. Solo ellos provocarán más de la mitad de los nacimientos que habrá en todo el mundo en las próximas décadas.
Un problema mayúsculo
La superpoblación en muchos países, sobre todo en los menos desarrollados, provocará problemas no solo sociales, sino también ambientales: el calentamiento global y el agotamiento de los recursos son los más importantes, pero también hay que tener en cuenta la contaminación que generará, el hacinamiento o la desnutrición, entre muchos otros.
Las razones de este constante crecimiento hay que buscarlas en los países subdesarrollados. Porque mientras a nivel global el número de nacimientos ha descendido de los 3.2 bebés por mujer en 1990 a los 2.5 actualmente, según datos de Naciones Unidas que recoge la CNN,hay regiones que doblarán directamente su población, como los países del África subsahariana.
Según la ONU, hoy en día somos 7.700.000.000 personas las que vivimos en la Tierra
El aumento de la esperanza de vida a nivel mundial también es un factor a tener muy en cuenta, pero el hecho de que ya haya más personas en el mundo en edad de jubilarse que niños menores de 5 años proyecta un futuro complicado por la ausencia de mano de obra para trabajar. Reaccionar ante este problema es necesario si queremos conservar el planeta tal y como lo conocemos hoy en día.